¿En serio?: Hallazgo de momias de 7 mil años abre interrogante sobre línea de humana paralela

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Descubrimiento ha generado desde el desconcierto de la comunidad científica, hasta el convencimiento de estar frente a una pieza desconocida del puzzle de la evolución humana, abriendo nuevas interrogantes acerca de las rutas migratorias en el continente.

La cueva de Takarkori, en pleno desierto africano, ha generado un hallazgo que ha desconcertado a la comunidad científica, noticia que han difundido durante los últimos días algunos portales alrededor del mundo.

Este tiene que ver con dos momias de más de 7.000 años, que tienen un ADN no coincidente con ningún ser humano conocido, plantea el estudio publicado a comienzos de abril en revista Nature.

Esta revelación, ha generado inquietud respecto de la existencia de una eventual línea humana paralela, que podría haber estado aislada como consecuencia de la barrera natural del Sahara.

Respecto de los análisis genéticos, estos revelaron que estas mujeres tenían vínculo con poblaciones cercanas, mientras que en relación a su linaje, este se habría separado del resto de los humanos hace más de 60.000 años.

No se descartan nuevas revelaciones sobre la evolución humana

Pero hay más. También se detectaron rastros de ADN neandertal, lo que permite contactos antiguos con otras especies humanas.

Un descubrimiento que fue facilitado por el óptimo estado del material genético, conservado gracias al hueso petroso del oído interno, fundamental en este hallazgo que podría dar paso a nuevas revelaciones acerca de la evolución humana.

Específicamente, los cuerpos se encontraron hace más de dos décadas, esto es entre el año 2003 y el 2006 en un refugio rocoso de Takarkori, emplazado en el suroeste de Libia. Ello permitió recuperar un total de 15 esqueletos, pero solo dos estaban naturalmente momificados, estado de conservación que finalmente permitió acceder a su genoma íntegro, lo que se considera extremadamente raro en contexto de zonas desérticas.

En relación al clima del denominado «Sahara verde» -entre hace 14.500 y 5.000 años-, este permitía la vida, para la que se disponía de una red de vegetación y lagos cubriendo el desierto. No obstante, esta población se mantuvo genéticamente separada, sin mezclarse con las comunidades aledañas.

En cuanto a la envergadura del hallazgo, para los científicos este constutye una pieza que faltaba en el puzzle de la evolución humana, abriendo nuevas interrogantes acerca de las rutas migratorias en el continente.

Crédito imagen referencial: History Latinoamérica

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