La cantante fue mencionada en medio de un escándalo judicial que incluye acusaciones de extorsión, amenazas y la posible filtración de mensajes privados
La disputa legal entre Blake Lively y Justin Baldoni, surgida tras el rodaje de la película It Ends With Us, se ha intensificado con la inesperada aparición de Taylor Swift como testigo clave en el proceso. La artista fue citada en medio de acusaciones cruzadas que incluyen desde difamación hasta un presunto intento de chantaje que la involucra directamente.
El conflicto comenzó en diciembre de 2024, cuando Blake Lively demandó a Baldoni por acoso sexual y represalias durante la producción del filme. En respuesta, el actor interpuso una contrademanda por 400 millones de dólares, acusándola de difamación y de orquestar, junto a su esposo Ryan Reynolds y su equipo de comunicaciones, una campaña destinada a arruinar su reputación profesional.
En ese contexto, Swift fue mencionada como testigo por la defensa de Baldoni, debido a que había autorizado el uso de su canción My Tears Ricochet en la banda sonora del largometraje. Sin embargo, la situación escaló cuando el actor denunció ante la justicia que los abogados de Lively amenazaron a la cantante con divulgar mensajes de texto privados entre ella y la actriz si accedía a declarar a su favor. Este supuesto intento de extorsión fue incluido en documentos judiciales presentados recientemente.
Desde el entorno de Taylor Swift se declaró que la cantante está profundamente molesta por verse arrastrada a este conflicto legal. Sus representantes señalaron que considera inaceptable el uso de amenazas y presión mediática, y que colaborará con la justicia si así se le solicita. Al mismo tiempo, cuestionaron que su nombre haya sido citado como una estrategia para atraer atención pública hacia el caso.
El juicio entre Lively y Baldoni está programado para marzo de 2026, y se espera que ambas partes testifiquen. Aún no se ha confirmado si la corte exigirá formalmente la declaración de Swift, pero su posible participación ha sumado una nueva capa de tensión y visibilidad al proceso, que ya concentra la atención mediática internacional.