¡La rompió! : Chilena “La misteriosa mirada del flamenco” se impuso en Cannes

Una imagen del filme que nos traslada al Chile de los años 80'
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Ópera prima de Diego Céspedes aborda la historia de Lidia, una niña que habita en el desierto de nuestro país, en medio de una familia queer marginada que se transforma en su único refugio ante una gran infamia que se teje en su pueblo, donde se les atribuye una enfermedad que se contagia con una sola mirada entre dos hombres.

El chileno Diego Céspedes, junto a su ópera prima “La misteriosa mirada del flamenco”, se hizo de uno de los galardones más relevantes del Festival de Cannes.

Específicamente, de un Certain Regard (Una cierta mirada), un espacio del certamen francés que premia la originalidad y la fuerza de los autores de esta competencia, considerando películas que tienen una particular mirada. Y a creativos que apuestan por renovar el lenguaje cinematográfico.

“Estamos casi acostumbrados a escuchar que Chile ganó en Cannes, pero no debiera ser rutina. Esto es una hazaña. Una ópera prima como la de Diego Céspedes siendo premiada en la selección oficial, lo convierte en uno de los realizadores jóvenes más importantes del mundo”, dijo Alexandra Galvis, Codirectora de CinemaChile.

Céspedes, en tanto, compartió su felicidad por el logro alcanzado, apuntando al esfuerzo con el que ha hecho su carrera. “Yo vengo de una población en Chile, de esas poblaciones de clase trabajadora, donde a personas como nosotros no se nos espera en lugares como este”, aseguró.

“Pero lo logramos, y no llegamos solos”, dijo el realizador en declaraciones que recoge BioBío.

“vinimos con todas las locas de abajo”

Siguiendo con sus declaraciones, el creativo comentó cómo fue el camino hacia su consolidación en el evento europeo. “Vinimos con todas las locas de abajo, las no invitadas, las escandalosas, las grandes, las que se caen fuerte y siguen caminando. Este premio no celebra la perfección. Celebra esa porfiada necesidad de existir tal como somos, incluso cuando eso incomoda a otros. Y esa porfía no partió conmigo”, sostuvo.

Respecto del argumento, este aborda la historia de Lidia, una niña de 11 años, que habita en el desierto de nuestro país, en medio de una familia queer marginada.

Esto, en un contexto complejo, en plena década de los 80’, mientras en su hostil pueblo minero se les atribuye una misteriosa enfermedad que se empieza a propagar.

De hecho, la acusación incluso apela a una absurda teoría que asegura que esta patología se transmite solo con una mirada, específicamente cuando un hombre se enamora de otro.

Indignada y contrariada por esta situación, Lidia busca venganza en medio de la violencia, el miedo y el odio, siendo su entorno familiar el único refugio que tiene ante la amenaza real del peligro.

Un hito

“Este premio es un hito para Diego, su primera película, y para nosotros como productora. Hemos trabajado años con películas que cruzan fronteras, y esta es una recompensa inmensa”, celebró Giancarlo Nasi, productor del filme

Según comentó, “estar en Cannes ya es una proeza. Ganar aquí, entre más de mil películas, es como ganar la lotería”.

“Y este premio no se queda solo aquí, es la puerta de entrada para que esta película siga representando a Chile en festivales y premios por todo el mundo”, recalcó.

Galvis, por su parte, apuntó al logro alcanzado como resultado de una fusión de esfuerzos.

“Que Quijote Films logre esto con distintas películas en Berlín y Cannes habla de una consistencia creativa y empresarial única. No es suerte, es visión”, dijo aludiendo al Gran Premio del Jurado en Un Certain Regard.

Un reconocimiento a talentos con futuro para el que se destina un premio de 30.000 euros que aporta la Fundación Groupama GAN, garantiza la distribución del trabajo ganador en Francia y, en consecuencia, es una gran vitrina al mercado europeo y mundial.

Crédito imagen: Captura YouTube

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