Ya no basta con un collar bonito. En un mundo donde las mascotas son familia, cada vez más marcas se suman al furor por la moda pet. Jonathan Davis (Korn) lanzó su propia línea, Adidas ya tiene chaquetas y hasta Moschino ha coqueteado con la moda pet. ¿Exceso? ¿Cariño? ¿Marketing? En esta nota lo exploramos.
Si hace una década alguien te hubiera dicho que tu gato iba a andar con una chaqueta Adidas o que tu perro tendría un polerón de Moschino, probablemente lo habrías tomado como una broma. Pero el presente es otro. Hoy las mascotas no solo duermen en nuestras camas o viajan con nosotros, también visten como nosotros. Y lo hacen con estilo.
Jonathan Davis, vocalista de la banda Korn, ícono del nu metal de los 90 y 2000, ha lanzado «Freak On A Leash«, una colección de ropa para mascotas. Polerones con el logo «Freak on a leash», en tallas XS para chihuahuas y hasta XL para labradores. La iniciativa mezcla nostalgia musical con el amor perruno, y ya ha causado furor en redes sociales. La colección se agotó en pocas horas y ya hay publicaciones en TikTok mostrando a perritos con estética metalera desfilando por el living de sus casas.
Pero Jonathan Davis no está solo en esta cruzada textil. Marcas como Adidas, Nike, H&M y hasta Hugo Boss y Moschino han creado líneas o ediciones especiales para perros y gatos. En algunos casos, la ropa es funcional (abrigos, impermeables), pero en muchos otros, la estética lo es todo. El fenómeno responde a un cambio cultural profundo: nuestras mascotas dejaron de ser simplemente “animales domésticos” para convertirse en figuras centrales de nuestros hogares, nuestras emociones y nuestras redes sociales.
De acuerdo a datos compartidos por Forbes, el mercado global de productos y servicios para mascotas superó los 320 mil millones de dólares en 2024, con la categoría de moda y accesorios creciendo de forma acelerada, especialmente en Europa, Estados Unidos y parte de Latinoamérica. Chile no se queda atrás: el aumento en tiendas especializadas, ferias pet friendly y grooming de autor, confirma que la tendencia llegó para quedarse.
Y es que vestir a una mascota no se trata solo de estética o consumismo. Para muchas personas, es una forma de expresar afecto, identidad o incluso humor. El sociólogo español Manuel Delgado ha señalado que “el vínculo con los animales ha reemplazado simbólicamente algunos roles tradicionales de la familia”, y eso también se refleja en la manera en que los integramos a nuestros rituales humanos.
El fenómeno también dice mucho sobre nuestra manera de comunicarnos y proyectarnos en el mundo digital. En Instagram y TikTok, las cuentas de mascotas se han vuelto celebridades con millones de seguidores. Vestirlas con estilo, ponerles nombre humano o hacerles cumpleaños con pastel de hígado no solo es una muestra de cariño, también es una declaración: esta mascota es parte de mi vida tanto como cualquier ser humano querido. Es ternura performativa, sí, pero también genuina.
En paralelo, los diseñadores han entendido que hay un cruce entre funcionalidad, identidad y humor que se puede explotar con elegancia. Marcas independientes han creado colecciones personalizadas, ropa para perros con movilidad reducida, trajes para días especiales o incluso ropa a juego con sus dueños. Este fenómeno, lejos de detenerse, parece expandirse a medida que nuevas generaciones optan por una vida sin hijos, pero con vínculos afectivos profundos con sus animales.
También existen posturas críticas que advierten sobre la humanización excesiva de los animales, o del riesgo de proyectar en ellos nuestras propias carencias. Pero siempre que el bienestar del animal esté resguardado —que la ropa no lo incomode, que no limite su movilidad ni sea innecesaria en climas templados—, muchos expertos consideran que no hay problema alguno.
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En el fondo, este auge tiene que ver con cómo los vínculos afectivos han evolucionado. En una sociedad donde las relaciones tradicionales se han reconfigurado, las mascotas ocupan un lugar de contención, alegría y compañía. Y si eso incluye un polerón negro con logo metalero, una chaqueta deportiva con estilo o un tutú con lentejuelas, ¿quién podría juzgarlo?
Vestir a tu mascota puede parecer trivial, pero quizás es solo otra forma de decir “te quiero”. En una época donde necesitamos ternura más que nunca, que viva la moda peluda, los perritos con chaqueta y los gatos con actitud.
