Garantizar un descanso en momentos en que la mayoría de los escolares se encuentran de vacaciones de invierno, es la alternativa para asumir el segundo y desafiante semestre del año.
¿Te has sentido estresado y con la sensación de requerir un descanso de manera urgente? Pues bien, si ya dejaste la actividad académica por un par de semanas, lo importante es proveerse realmente de él. E incluso sería óptimo que este venga acompañado de días menos demandantes para el resto de la familia, sin que estas se transformen en un permanente ejercicio de planificar qué hacer.
Porque entregarse a la creatividad de nuestro cerebro también puede ser útil. Como lo es nuestra primera recomendación. Aprovechar este tiempo de descanso en tiempos fríos para dormir más, quedarse en cama al menos unas horas tras despertar y, efectivamente intentar desconectarse de todo aquello que te vincule a tu desafiante cotidiano.
Y aunque sea complejo y parezca imposible lograrlo, evitar el celular también es una consejo importante para evitar mantenerse atento a un estímulo como el que representan los smartphones. Porque lo importante es garantizar un descanso óptimo, libre de lo que cada día es parte de nuestra jornada.
De hecho, junto con esta conducta, otra recomendación es vincularse con el medio ambiente, poder tener algún tipo de actividad al aire libre, estar en contacto con la naturaleza implica siempre una suerte de alivio para las personas, que se puede intensificar dependiendo de cómo se aborda este momento en beneficio para nuestra mente. Además de la periodicidad que se le puede otorgar este descanso, entendiendo las diversas variables que podrían condicionar nuestro acceso a él.
Porque hasta nuestra ubicación geográfica puede dificular dotarnos de este aliado para el relajo, así como facilitarlo, si uno habita en un entorno natural, y encima hace su vida en un lugar como este. Aunque intentar proporcionárselo a partir de algunos pulmones verdes que es posible encontrar a ratos en ciudades y emplazamientos urbanos, también es una opción válida. Que puede llegar a ser muy reconfortante.
La naturaleza, un aliado para el descanso
De hecho, la ciencia ha documentado que los beneficios de este hábito son diversos. Por ejemplo, este actúa incentivando la práctica deportiva, además de reducir los niveles de estrés de las personas, permitiéndole un auténtico descanso a su cerebro, que seguramente terminará agradeciéndote este gesto en tiempos vertiginosos en que este órgano se mantiene permanentemente demandado por distintas situaciones de la vida cotidiana.
Ahora bien, si el vínculo con la naturaleza se hace parte de nuestra vida de manera habitual, con al menos una visita a un lugar que nos contacte con ella a lo menos una vez a la semana unos 30 minutos, los beneficios pueden ampliarse. Permitiéndonos, por ejemplo, restarle un poco de tiempo al que a veces le destinamos a nuestro celular, privilegiando apostar por una alternativa que, de manera evidente, nos estimulará desde lo natural, contactándonos con un presente más real. Y apostando por el siempre necesario y postergado descanso.
Por último, aprovechar estos días de descanso para compartir momentos agradables junto a las personas que habitualmente no frecuentamos, que sabemos que nos hacen bien, y con las que nos podemos relajar y reírnos, es otra alternativa para maximizar el bienestar en estas semanas en que algunas actividades tienen una pausa tanto para escolares como para familias que destinan unos días para tomarse una pausa de la demandante agenda diaria a mitad de año.
Lo que además puede operar como un impuso para enfrentar los meses que restan para acceder a un nuevo período de vacaciones. Porque el descanso sirve, es necesario y nuestro organismo lo terminará agradeciendo.
Crédito imágenes: Canal 13 y YouTube Yolanda Calco
