La Payaya, indispensable entre los juegos chilenos más simples para aprender este 18′

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Entre tanto estímulo, la Payaya sigue estando entre los juegos chilenos más tradicionales y recordados por generaciones que crecieron en medio de esta sencilla entretención para la que sólo se requieren cinco piedras pequeñas.

Volantines, la Payaya y el trompo, entre muchas otras atracciones, seguramente son algunas de las entretenciones típicas de generaciones de nuestro país que no supieron de inteligencia artificial ni de juegos vinculados a la tecnología propia de las últimas décadas en que no se concibe la infancia si no parece estar asociada a dispositivos eléctricos, celulares y consolas.

Muchas de ellas tienen que ver con el Chile de antes, contexto en el que pasaron a consolidarse como juegos típicos muy sencillos, pero no por eso menos entretenidos. Y uno de ellos es la tradicional y emblemática Payaya, una atracción muy ochentera para la que apenas se requieren cinco piedras.

Y cuando el 18’ ya asoma en nuestro calendario en un país donde esta fiesta es una de las más esperadas del año, en Terciopelo buscamos rescatar parte de nuestra cultura recordando brevemente parte de la historia de la Payaya.

Para lo que apelamos a un registro de la Municipalidad de La Pintana, que hace unos años compartió en sus redes sociales un registro audiovisual ilustrativo de esta sencilla entretención.

«Este juego, muy popular en Chile, tiene su origen en Grecia. En otros países y regiones, es conocido como Payana”, recalcan desde su Biblioteca Municipal.

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Payaya, palabra que significa «recoger del suelo«

Paralelamente, se detalla que la Payaya, “dependiendo del país donde se juegue, puede ser un juego propio de niños y, en otros, de niñas”, mientras que, “en otros países del centro y de Sudamérica”, esta atracción es conocida incluso como “Payanga o Payanca”.

Respecto de la génesis de su denominación, el registro asegura que “el origen del nombre proviene de la palabra quechua “payaya, que significa recoger del suelo”.

Y en cuanto a la dinámica a la que nos desafía la Payaya, desde el municipio que lidera la alcaldesa Claudia Pizarrro destacan que «para jugar es necesario contar cinco piezas que pueden ser piedrecitas, bolitas, granos de maís, cuesco u objetos similares”.

Siendo el primer paso, “tomar nuestras piezas con una mano, lanzándolas hacia arriba y recogiéndolas al vuelo con la palma de la mano sin que caiga ninguna de ellas”.

Y dependiendo de la modalidad de juego de Payaya escogido, “se eligen las etapas de este”. Respecto de las fases, se “denominan pines”. De hecho, sostienen en el registro audiovisual, «existen 15 etapas o pines que van desde la 1 hasta la 15”.

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La dinámica del desafiante juego de la Payaya

Y en cuanto a las diferencias de cada uno de estos retos que conforman el juego de la Payaya, estas se encuentran vinculadas a la manera en que lanzan, sostienen y/o atrapar las piedras.

Otro aspecto importante dentro de la dinámica del juego es cómo se practica. «Cada participante comienza a realizar las pines por turno, y si uno de ellos falla, continúa el siguiente jugador”, nos enseñan desde el municipio capitalino en el registro adjunto al inicio de este artículo.

¿Cuándo culmina el juego de la Payaya? Este llega a su fin en el instante en que uno de los o las participantes involucrados en esta desafiante dinámica, logra completar “todos los pines antes de los demás jugadores”.

Quienes están familiarizados con este juego, en tanto, tienen claro que, para asegurar una buena performance, existen piedras de determinadas configuraciones que se sostienen con mayor facilidad en las manos, considerando el desafío que implica mantenerlas bajo total control en etapas en que la Payaya demanda incluso lanzarlas al aire en su totalidad, lo que no deja de ser difícil si no se tiene una gran práctica de esta tradicional entretención chilena que nos recuerda que hay muchas formas de pasarlo bien. Más allá del celular y la consola.

Imágenes: Pixabay

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