La actriz británica protagoniza una de las escenas más arriesgadas del cine reciente con un salto desde el segundo edificio más alto del mundo, superando incluso a Tom Cruise en espectacularidad
Florence Pugh ha demostrado que no solo tiene talento actoral, sino también agallas de acero. Durante el rodaje de Thunderbolts, la nueva apuesta de Marvel Studios, la intérprete de Yelena Belova realizó un salto desde el Merdeka 118, en Kuala Lumpur, Malasia—el segundo rascacielos más alto del planeta, con 679 metros de altura—logrando establecer un nuevo Récord Guinness.
La hazaña, que fue confirmada por Mundo Deportivo y otros medios como Startefacts, se llevó a cabo con la ayuda de un equipo de seguridad y acrobacias, y fue repetida nueve veces en dos días. Pugh compartió que, aunque el salto no fue desde la cima del edificio, la experiencia fue “una locura”, confesando en tono humorístico que, en cada intento, pensaba: “Lo arruinaste. Vas a morir”.
Inicialmente, la producción se mostró reticente a que la actriz realizara personalmente la acrobacia. Marvel Studios temía por su seguridad y las implicancias a nivel de seguros. Pero Pugh no se quedó de brazos cruzados: según relató en entrevistas recogidas por Business Insider, insistió vía correos al mismísimo Kevin Feige, presidente del estudio, alegando que “hacerlo yo misma sería una maravilla para la gira de prensa”. Incluso se describió con humor como “una Karen muy insistente”.
Además del logro físico, la actriz reconoció que el rodaje coincidió con una etapa difícil de su vida personal, lo que hizo que la experiencia tuviera un valor emocional añadido. En una publicación posterior, citada por People, explicó que completar el salto fue una especie de catarsis: una mezcla de miedo, adrenalina y liberación.
Dirigida por Jake Schreier, Thunderbolts se centra en un equipo de antihéroes del Universo Cinematográfico de Marvel y se estrenó el 2 de mayo de 2025. Críticos y fanáticos han elogiado la cinta por abordar temas como la salud mental y la redención, así como por el compromiso físico y emocional de su elenco, con Florence Pugh a la cabeza.
Con esta hazaña, Pugh no solo dejó su marca en el universo Marvel, sino que también le dio una lección a Tom Cruise: si hay alguien dispuesto a saltar al vacío por el cine, es ella.
