El tatuador de Auschwitz
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*Concurso válido solo para Chile*
(Ver: otros Concursos)
¡Mucha suerte!
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Reseña
«El tatuador de Auschwitz.»
Es una de esas novelas que, a pesar de su aparente sencillez narrativa, ha logrado instalarse en la memoria de millones de lectores en todo el mundo. Publicada en 2018 y basada en una historia real, la obra relata la vida de Lale Sokolov, un joven judío eslovaco deportado a Auschwitz-Birkenau en 1942. Al poco tiempo de llegar, es designado como el tatuador oficial del campo: su tarea consiste en grabar en la piel de cada prisionero un número que reemplazará su nombre, marcando así el inicio de una nueva y terrible identidad.
En medio de esa labor mecánica y dolorosa, un día conoce a Gita, una prisionera recién llegada. Entre ellos surge una conexión inmediata que, contra todo pronóstico, se convierte en un romance clandestino. La historia de ambos, que Heather Morris reconstruyó tras años de entrevistas con Lale, se convierte en el hilo conductor de una trama donde el amor y la esperanza logran coexistir con el hambre, el miedo y la muerte. Tal como lo destacó el blog El Caos Literario en su reseña, el mayor mérito del libro es mostrar “el horror y la ternura en dosis iguales”, dejando en claro que incluso en el lugar más oscuro se pueden encontrar gestos de humanidad.
Uno de los puntos más llamativos del relato es la figura de Lale. Su posición como tatuador le otorga ciertos privilegios: acceso a más alimentos, a ropa mejor que la del resto de los prisioneros y, sobre todo, la posibilidad de moverse con relativa libertad dentro del campo. Aprovechando esa ventaja, Lale intercambia joyas y dinero que los prisioneros traían escondidos por comida y medicinas, intentando ayudar a los más vulnerables. Esos pequeños actos de resistencia se convierten en una forma silenciosa de lucha contra un sistema deshumanizador.
La prosa de Morris es deliberadamente simple. No recarga las descripciones con detalles innecesarios y mantiene un ritmo ágil que facilita la lectura. Esto ha sido celebrado por muchos lectores que, como apuntan comentarios en Goodreads, agradecen que la historia se centre más en las emociones que en la descripción gráfica del horror. Sin embargo, esta misma característica ha generado críticas. En foros como Reddit, algunos consideran que la novela es “plana” y que personajes como Gita quedan poco desarrollados. Un lector llegó a describirla como “una lectura de aeropuerto”, insinuando que, aunque conmovedora, no alcanza la complejidad narrativa que un tema tan profundo podría demandar.
A pesar de esas opiniones divididas, el impacto de El tatuador de Auschwitz es innegable. La historia conecta porque habla de resiliencia, de cómo el ser humano busca aferrarse a lo que lo hace sentir vivo, incluso en circunstancias extremas. El amor de Lale y Gita es retratado sin caer en la idealización absoluta, y su final, aunque no del todo feliz, transmite un mensaje de sobrevivencia y memoria.
En definitiva, este libro es una puerta de entrada accesible a la narrativa del Holocausto para quienes no están familiarizados con el tema, y una historia emotiva que recuerda que la esperanza puede abrirse paso incluso en los lugares más sombríos de la historia.