El actor chileno Felipe Jorquera, radicado en California y usuario de silla de ruedas, sigue consolidando su presencia en el circuito internacional de cine independiente. Su cortometraje Preámbulo fue confirmado nuevamente como parte de la selección oficial del East Los Angeles Film Festival, a celebrarse en octubre de 2025, uno de los eventos más relevantes de la costa oeste para el cine latino y multicultural.

Una historia oscura y abierta a interpretaciones
En Preámbulo, Jorquera interpreta a Simón, un joven neonazi que despierta dentro de un agujero en medio de un bosque, como si se tratara de su propia tumba. Tras salir de allí, se encuentra con la escena de un crimen. La posterior aparición de un guardabosques y la inminente llegada de la policía complican aún más su destino.
La trama juega con la frontera entre lo real y lo onírico, sin entregar certezas absolutas: el espectador debe decidir qué es alucinación y qué es verdad. Como sugiere el título, lo que vemos es una sucesión de desgracias que funcionan como un anticipo de lo inevitable.

Un desafío físico y actoral
Jorquera reconoce que este papel fue particularmente exigente. “Me interesaba que la gente viera cómo puedo actuar en el suelo, fuera de la silla de ruedas, y demostrar que puedo hacer roles tanto dentro como fuera de la discapacidad”, comentó. Para lograrlo, debió arrastrarse por la tierra y trabajar con disciplina para entender la psicología de un personaje oscuro y complejo.
El actor enfatiza que su apuesta fue romper con la etiqueta del “joven en silla de ruedas” y explorar un rol inesperado. “Salir de esa caja y mostrar que las personas en situación de discapacidad podemos interpretar vidas distintas es lo que más me gusta de este proyecto”, afirmó.

Colaboración chilena
El guion de Preámbulo fue escrito junto a los cineastas chilenos Andrés Abrigo y Arlen Pérez, quienes lideraron al equipo técnico y humano que hizo posible la filmación. Posteriormente, Pérez se encargó de la postproducción, promoción y estreno de la obra.
La recepción ha sido positiva: en 2024 el cortometraje fue parte de la competencia del Panamanian International Film Festival, evento organizado en Los Ángeles por el actor Carlos Carrasco, recordado por películas como Sangre por sangre y Speed.

Más allá de Preámbulo
Además de su rol protagónico, Jorquera continúa desarrollando su carrera como guionista y director. Destaca Sobremesa, un cortometraje nacido de un workshop de actuación para cine que él mismo impartió. En esa producción, sus estudiantes asumieron los papeles principales, mientras él ejerció como guionista y director de actores. La obra ya ha sido reconocida en varios festivales y también estará compitiendo este año en el East L.A. Film Festival.

Ver el trabajo de Jorquera
Tanto Preámbulo como Sobremesa están disponibles en la plataforma chilena Onda Media, así como en YouTube, lo que permite que el público pueda acceder a ellos desde cualquier parte del mundo.
Más allá de su carrera personal, el trabajo de Felipe Jorquera plantea preguntas urgentes sobre la representación en el cine. ¿Cuántas veces los actores en situación de discapacidad son convocados para roles protagónicos? ¿Cuántas veces se les da la posibilidad de interpretar personajes que no se definen por su condición física?
Su participación en festivales internacionales demuestra que existe un público abierto a ver esas otras historias y que el cine independiente puede ser un motor de inclusión y de cambio cultural. Como dice el propio Jorquera, lo que busca es demostrar que “las personas en situación de discapacidad somos eso: personas, con mundos y realidades distintas”.
Preámbulo no es solo un cortometraje, sino una propuesta que explora la diversidad y las complejidades de la condición humana. La obra ha logrado captar la atención de distintos festivales internacionales, posicionándose como una pieza que abre espacio a miradas menos representadas en el cine.
Su regreso al East L.A. Film Festival confirma el trabajo de Felipe Jorquera y el valor de un cine que se atreve a incomodar y cuestionar. Desde California, el actor chileno deja en claro que las fronteras que aún persisten en la industria no son artísticas, sino culturales.