En el paradero, la gente se baja, sube al bus, se sienta, conversa. Paterson mira, escucha. Más tarde, cuando llegue a casa, o al otro día, solo, sentado en el asiento del chofer, antes de empezar su turno, escribe.
Paterson
En esta película, Jim Jarmusch (director y guionista), nos muestra una semana de la vida del chofer y poeta, Paterson (Adam Driver). Los días pasan tranquilos, sin prisa. El lunes, despertando junto a su pareja, Laura (Golshifteh Farahani ). Yendo al trabajo con su lonchera metálica, caminando por las calles de Paterson, New Jersey.
Manejando. Volviendo a casa, abriendo la reja, encontrando el buzón de las cartas algo chueco, lo endereza, siempre lo endereza. El martes, lo mismo, pero quizás hoy día saque a pasear a Marvin, su perro, y aproveche de pasar a tomar una cerveza al bar que suele ir.
Ahí, hablará con el cantinero, o solo verá un rato la espuma, las burbujas subir en su vaso de cerveza.
Paterson es un hombre ordenado, que tiene una rutina clara, sus días, bastante parecidos entre si. Laura en cambio, siempre está embarcada en nuevos proyectos. Aprender a tocar guitarra y ser una cantante de música country. Cocinar y hacer quequitos para vender en la feria local. Pintar su ropa, la lámpara, la cortina de baño, con círculos, lunares, todo de negro y blanco.
Paterson la apoya, aunque a veces no crea que vaya a resultar todo tan bien, aunque a veces por experimentar, Laura cocine una tarta que sabe realmente mal, y que Paterson solo puede hacerla pasar con agua. Él la ama, y ella a él.

A Laura le gusta lo que escribe, lo alienta a mostrárselo a otros. Le gusta el olor a cerveza que tiene su boca al llegar del bar. Está convencida de que tener los pies grandes, lo ayuda a ser un buen chofer, a poder manejar esas enormes máquinas.
Paterson escribe en un cuarto pequeño que tiene en el sótano, lleno de herramientas, o a la hora de almuerzo, sentado en esa banca junto a las Grandes Cataratas del Río Passaic, su lugar favorito. Paterson piensa, escribe hermosos poemas, como ese del fósforo, que les dejo a continuación
Un poema de amor
Tenemos un montón de fósforos en nuestra casa.
Los mantenemos siempre a mano.
Actualmente nuestra marca favorita es Ohio Blue Tip,
aunque solíamos preferir la marca Diamond.
Eso fue antes de que descubriéramos los fósforos Ohio Blue Tip.
Están excelentemente empaquetados y son resistentes.
Pequeñas cajas con etiquetas de color azul oscuro, azul claro y blanco
con palabras escritas en forma de megáfono,
como para decirle aún más fuerte al mundo,
Aquí está el fósforo más bello del mundo.
Su tallo de pino suave de una pulgada y media está cubierto
por una cabeza granulada de color morado oscuro, tan sobria y furiosa
y obstinadamente listo para estallar en llamas,
encendiendo, quizás, el cigarrillo de la mujer que amas,
por primera vez, y nunca fue lo mismo.
Después de eso. Todo esto te lo daremos.
Eso es lo que me diste, yo
me convertí en cigarrillo y tú en fósforo, o yo
en fósforo y tú en cigarrillo, brillando
con besos que arden hasta el cielo.
He visto esta película muchas veces. Me encantan las secuencias, la voz de Adam Driver, grave, profunda, recitando esos bellos poemas.
La dulzura, el humor, sus diálogos breves, precisos, donde pone la mirada Jarmusch. Creo que es una de las películas que más me gusta de este director.
Jim Jarmusch alguna vez comentó, que la idea de hacer esta película se le ocurrió hace mucho tiempo. Fue en un viaje que hizo a Paterson, en donde William Carlos Williams, uno de sus poetas favoritos situó uno de sus poemas más conocidos. Se podría decir entonces, que la película tiene ese nombre porque transcurre en Paterson, New Jersey, porque el personaje principal se llama Paterson y por el poema épico “Paterson” de William Carlos Williams.
La figura de Williams aparece un par de veces en la película, cuando se lee el poema “Esto es solo para decir” ( el de las ciruelas) y cuando un rapero ensaya sus líneas y dice: » No hay ideas, salvo en las cosas «, conocido verso del poema Paterson.
«Un poema de amor» y otros poemas que Paterson recita en la película, fueron escritos por el poeta y ensayista norteamericano Ron Padgett. Cuando Jim Jarmusch le pidió que escribiera poemas especialmente para la película, él no aceptó. Sin embargo, después de leer el guión, empezó a pensar en ese personaje, en Paterson, en su vida, sus rutinas y sintió que quizás podría hacerlo.
Además pensó que una película como esta, podría ayudar a algunos a atreverse a escribir. En eso, creo que Ron Padgett tenía razón, o por lo menos conmigo así pasó. Me dio algo más de confianza en que se puede escribir acerca de cualquier cosa, que no es necesario que pase algo extraordinario, que de lo cotidiano, de lo doméstico, algo siempre puede surgir.
Mariana Vega.
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