Su particular sensibilidad, advertida por su fiel cuidador, lo llevó a asumir un noble rol que le ha permitido acompañar a más de mil pacientes en el Hospital de Calais, labor que cumple desde 2016.
Mientras el mundo se conmueve ante las catástrofes de las que día a día es testigo, existen historias dignas de compartir. Una de ella nos traslada al norte de Francia, donde conocen muy bien al caballo Peyo, célebremente conocido como “Doctor Peyo”, quien desde e 2016 desempeña una noble y admirable misión.
Así lo ha evidenciado la misma cuenta de Instagram del animal, @docteur_peyo, donde se le puede apreciar oficiando como terapeuta de pacientes que se encuentran en cuidados paliativos.
Un rol que asume visitando periódicamente el Hospital de Calais, donde acompaña a personas en etapa terminal, lo que hace acompañado de su cuidador, Hassen Bouchakour, como se puede ver en su cuenta en la misma red social de Meta, @Hassen Bouchakour.
¿Cómo surgió esta iniciativa? Según reportan diversos medios, este notó que Peyo tenía una particular y admirable sensibilidad.
Ello porque al contactarse con enfermos, se detenía frente a ellos espontáneamente, como si pudiera percibir su dolor. En virtud de esta característica, Bouchakour tomó la decisión de abandonar su trabajo para acompañarlo en este noble camino.
¿Cómo hace sus terapias Doctor Peyo?
Según detalla el_kilombo, el caballo trabaja junto a la organización Les Sabots du Cœur. De hecho, para asumir este rol debe ser minuciosamente preparado, considerando su interacción dentro del recinto asistencial.
Lo que implica que debe ser íntegramente desinfectado previo a cada visita. Lo que se suma al entrenamiento que recibió para comunicar sus necesidades fisiológicas a través de señales.
De acuerdo a lo que ha comentado su cuidador, Peyo es quien transmite qué pacientes necesitan de su cariño, deteniéndose frente a sus puertas para luego levantar una de sus patas.
Tan significativo es su aporte, que su presencia en el hospital ha generado no sólo alivio emocional, sino también físico a muchos pacientes en etapa terminal de su vida.
Incluso, en algunos casos, sus visitas hasta han contribuido a la reducción de medicación fuerte para algunos enfermos. Y en su currículum hasta la fecha, suma más de mil personas a las que ha ayudado en sus últimos momentos, brindándole consuelo tanto a ellas como a sus familias y al personal médico del hospital.
Respecto de su vida fuera de este centro asistencial, Peyo habita rodeado de naturaleza y bajo el permanente cuidado de Bouchakour, mientras que sus terapéuticas visitas son voluntarias y controladas, siempre considerando su bienestar.
Crédito imagen: @docteur_peyo