La icónica banda del punk rock made in USA, celebró el reconocimiento con el que le dieron una inmejorable bienvenida al mes de abril. «Quiero dar las gracias, en primer lugar, a todos los fans, especialmente a ustedes, malditos locos, que vinieron a vernos hoy aquí de cerca en la calle”, dijo su vocalista Billie Joe Armstrong.
Green Day, una de las bandas más emblemáticas del punk rock de Estados Unidos, recibió mayo junto con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
«¡Este es como la Super Bowl de mi mamá!... Y es como estar en tu propio funeral», dijo el vocalista Billie Joe Armstrong en medio de la ceremonia efectuada este jueves, cita a la que también llegaron Tré Cool (baterista) y Mike Dirnt (bajista).
«Quiero dar las gracias, en primer lugar, a todos los fans, especialmente a ustedes, malditos locos, que vinieron a vernos hoy aquí de cerca en la calle. Misión cumplida. Y sobre todo, gracias Billy y Mike, mis hermanos, mi banda y mi otra familia», dijo Cool.
Tras debutar en 1990, fue a partir de su álbum «Dookie», en 1994, con el que el colectivo musical logra consolidarse alcanzando reconocimiento mundial.
Este trabajo, detalla Radio Futuro, entró al puesto 141 del ranking Billboard 200, superó rápidamente el millón de copias vendidas. A la fecha, suma sobre 20 millones de unidades comercializadas alrededor del mundo.
Firmar con una discográfica 2.0, terminó en «un momento aterrador»
Armstrong, en diálogo con LouderSound, se remontó a los inicios de Green Day, recordando lo complejo que fue concebir su primer disco con una compañía importante. “Fue un momento realmente aterrador, porque definitivamente era de vida o muerte… practicábamos todos los días solo queríamos hacer el mejor disco posible”, reveló.
Paralelamente, Armstrong apuntó al estigma que afectaba a bandas punk reclutadas por sellos discográficos 2.0. “Antes de Nirvana, cualquiera que intentara pasar de un sello independiente a uno grande dentro de la escena punk, terminaba fracasando«, comentó.
“Hacían discos que sonaban terribles y sacrificaban su sonido. En ese momento pensábamos: ‘No hay manera…’. Esperábamos llegar a ser tan grandes como Fugazi o algo así”, admitió.
Pero, agregó, especialmente en el Área de la Bahía, dentro de la escena de Maximum Rocknroll y Gilman Street, la gente era muy estricta con los sellos grandes, las corporaciones y con quiénes estaban afiliados. Les preocupaba que alguien llegara e infiltrara la escena”.
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