Origen y estereotipo del traje de la mujer campesina del Valle Central de Chile es el nombre de la muestra a cargo de profesionales que, a través de 14 maniquíes con prendas de vestir elaboradas a mano, reconstruyeron parte de los siglos XVIII, XIX y XX en nuestro país.
La mujer campesina en nuestro país, no siempre ha vestido de la misma manera. Lo que tampoco ocurrió en el valle central de Chile en los siglos XVIII, XIX y XX.
Cuáles eran sus patrones estéticos es lo que indagó un grupo de profesionales cuyo resultado será expuesto dentro de casi dos meses en la Casona Santa Rosa de Las Condes.
Específicamente, la exhibición de la estética de la mujer campesina de esta zona del país, se realizará desde el 5 de septiembre hasta el 5 de octubre, en el recinto detallado.
Según comenta a Terciopelo una de las involucradas en este exhaustivo trabajo, la muestra consta de 14 maniquíes con prendas de vestir correspondientes a los siglos XVIII, XIX y XX y está basada en una reconstrucción de trajes que fueron confeccionados a mano de acuerdo a las técnicas usadas en cada época, según el resultado de la investigación hecha en el contexto de este llamativo trabajo que nos remonta a otra etapa de nuestro país, desconocida por muchos de nosotros.
Paralelamente, la exposición incluye información sobre el tema en fotografías y textos generados a partir de la investigación.


Antecedentes de la muestra de nuestra mujer campesina
Respecto de su equipo a cargo, la muestra de la mujer campesina del valle central es resultado del trabajo de los investigadores Hiranio Chávez, Maite Lobos, Alejandra Alfageme, Monserrat Catalá, mientras que la realización del vestuario estuvo en manos de Julio San Martín, y la fotografía corrió por cuenta de Ricardo Romero. El diseño gráfico, en tanto, fue liderado por Germán Droghetti.
“La mujer campesina es comprendida como un objeto asociado a la tierra y de servicio a los que la poseen”, detalla un folleto alusivo a la muestra que además llama la atención respecto de lo curioso que resulta constatar cómo en la época considerada por este trabajo cultural y artístico, “el hombre de la misma jerarquía social tiene mayor presencia y descripción en los siglos XVlll, XIX y XX, infiriendo por ello que la sociedad de ‘machos’ se ha transmitido culturalmente a través de la tradición social, oral y escrita».
Adicionalmente, el material elaborado hace unos años a propósito de esta muestra de la mujer campesina chilena que ya se ha presentado en otros recintos, ofrece un contexto de una etapa en la que asegura que la carencia de una industria que dispusiera de materiales y telas idóneas para la elaboración de vestimenta para la burguesía, «obligó a la sociedad local a importar telas y trajes desde Europa».
Proceso del que, asegura el ilustrativo, la clase popular estuvo ausente, lo que la motivó a buscar alternativas para resolver el tema de su indumentaria.
Contexto en el que se dio a la elaboración artesanal de telas para la manufactura de trajes «acordes a su condición social».
De esta manera, la mujer campesina que inspira esta muestra, «propició una adaptación de aquellas prendas en desuso de la sociedad de poder chilena, para bienestar de inquilinos, empleados y trabajadores de la tierra».
Pero hay más. Porque la investigación sugiere que «de la gran cantidad de imágenes producidas en estos períodos» que toma la exposición, se deduce una «posición subalterna de la mujer campesina».
Primero, releva el documento de esta, «según la distancia social con la mujer de clase alta, cuyos retratos son abundantes y bien conservados, y más allá de ello, la ubicación como género respecto al masculino, que constituye la temática de la mayoría de los grabados y pinturas».
Cómo indagar más en esta época de nuestra historia, pensando justamente en la mujer campesina del valle central, es la oportunidad que ofrece a la comunidad esta exhibición que estará en cartelera dentro de poco menos de dos meses.
Crédito imágenes: Folleto ilustrativo Origen y estereotipo del traje de la mujer campesina del valle central de Chile