Mantecol, una increíble receta 2.0 que puedes preparar en la comodidad de tu hogar

Mantecol
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Si amas el mantecol, atrévete con esta preparación que, bajo algunas recomendaciones específicas, y el tiempo que requiere darse a la tarea, podrás disfrutar como nunca junto a tu gente.

El mantecol es una preparación que usualmente no se asocia a una opción de elaboración casera. Sin embargo, en Terciopelo hemos constatado que es fácil de cocinar y que el resultado puede ser análogo al original que uno suele comprar en distintas tiendas, aunque hay quienes incluso consideran que puede quedar incluso más delicioso.

Eso sí, nuestro deber es advertir que aventurarse con esta exquisita receta, toma tiempo y máxima dedicación y disposición a seguir de manera exacta cada uno de sus pasos para poder disfrutar de un auténtico mantecol como no imaginas.

En consecuencia, y a riesgo de ser majaderos, debemos comentar que esta receta no deja espacio a la imaginación ni a las posibilidades de intervenirla a gusto personal, porque de ser así no estamos en condiciones de garantizar 100% el resultado del mantecol.

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Hechas las respectivas aclaraciones, te compartimos esta increíble receta.

Ingredientes mantecol

400 gramos de maní tostado y pelado al natural, esto es sin sal.

2 cucharadas de aceite de girasol o aceite vegetal

300 gramos de azúcar

100 cc de agua

2 cucharada de miel

2 claras de huevo

1 cucharada de cacao amargo

Nueces (opcional)

Papel mantequilla

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Preparación

Lo primero que debes hacer es reservar un molde con tapa, idealmente de vidrio y cubrirlo íntegramente de papel mantequilla cuidando que sea suficiente para cubrir nuestro mantecol una vez que lo depositemos en él, previo a su consumo.

Luego, con ayuda de un procesador de alimentos de alta potencia, debes triturar el maní hasta hacer de él una pasta a la que se incorporan las dos cucharadas de aceite. Una vez que esta está lista, debes reservarla por un rato.

Entonces, debes darte a la tarea de cocinar en una olla, siempre a fuego medio, el azúcar, la miel y el agua.

Paralelamente, y una vez que esta preparación haya comenzado a hervir, debes disponer las claras, procurando no dejar rastro alguno de yemas dentro de un bowl. A continuación, comienzas a batir a máxima velocidad. Siempre calculando bien los tiempos de ambas preparaciones, de hecho es preferible que las claras batidas esperen al almíbar y no al revés.

Una vez que el almíbar logra llegar a un punto más de lo que sería una bolita blanda, lo que puedes probar dejando caer unas gotitas sacadas de nuestra preparación para depositarlas, con la ayuda de una cuchara, dentro de un vaso con agua fría. Cuando estas suben en lugar de irse al fondo del recipiente con agua, significa que el almíbar de nuestro mantecol ya está listo.

Inmediatamente debes sacarlo del fuego para volcarlo a un costado de las claras ya hechas merengue, mientras bates o revuelves bien con una espátula o cuchara grande. Lo que debes hacer rápidamente, ya que la preparación tiende a endurecerse a medida que va perdiendo temperatura.

Para hacerlo marmolado, agrégale el cacao amargo y sigue revolviendo para integrarlo bien a tu mantecol ya en etapa final de elaboración.

Lo que viene a continuación es depositar esta sabrosa mezcla en el recipiente previamente reservado, cubriéndolo íntegramente con el papel mantequilla, luego de lo cual se recomienda hacer presión con las manos o incluso con un uslero a fin de emparejar nuestro mantecol.

Finalmente, debes llevarlo al refrigerador durante un par de horas, hasta que este exquisito mantecol adquiera su característica consistencia. Ya transcurridos a lo menos unos 180 minutos, puedes comenzar a disfrutar de su preparación.

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Crédito imágenes: Cuk-it!

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